La Parroquia Nuestra Señora de la Buena Esperanza peregrinó a la Catedral de Linares, templo jubilar. Fue un momento lleno de fe, comunidad y emoción al cruzar la Puerta Santa y celebrar juntos la Eucaristía.

El viernes 15 de agosto, la comunidad de la Parroquia Nuestra Señora de la Buena Esperanza de Panimávida, junto a sus comunidades, vivió una profunda jornada de fe, reflexión y espiritualidad al realizar una peregrinación hacia la Catedral de Linares, templo jubilar en el contexto del Año Jubilar convocado por el Santo Padre, y enmarcado también en el centenario de la Diócesis de Linares.

La actividad comenzó a las 15:00 horas, con la peregrinación hacia la Puerta Santa, símbolo de gracia y conversión, en la que los fieles fueron acompañados por su párroco, el Padre Juan Pinto. Tras el ingreso, los peregrinos participaron en un momento de adoración al Santísimo Sacramento, seguido de un recorrido guiado por los espacios más significativos de la Catedral.

El recorrido, dirigido por Don Luis Ortiz, permitió a los asistentes conocer en profundidad el significado espiritual, arquitectónico e histórico de este templo jubilar. Se destacaron visitas a la cripta, el lugar donde descansan los obispos de la Diócesis, y la contemplación del imponente Pantocrátor, mosaico que corona el altar mayor, y que representa la centralidad de Cristo en la vida de la Iglesia. Muchos de los fieles manifestaron su emoción al descubrir por primera vez estos espacios sagrados.

La jornada culminó con la celebración de la Eucaristía, presidida por el Padre Juan Pinto, momento de especial recogimiento y acción de gracias por la fe compartida.

Esta peregrinación ha sido, sin duda, una hermosa experiencia de comunión eclesial, que ha fortalecido el caminar espiritual de la comunidad. Se agradece sinceramente a todos quienes hicieron posible esta emotiva actividad, en especial a quienes participaron con fe y alegría. Animados a seguir sembrando las semillas del Reino en tierras maulinas.