La comunidad vivió una emotiva jornada que reunió a familias, autoridades y fieles en torno a una de las festividades religiosas más queridas del Maule sur.

El sábado 11 de octubre, la localidad de Sauzal fue testigo de una jornada cargada de fe, emociones y tradiciones vivas, al celebrar una nueva edición de la festividad en honor a la Virgen del Rosario, imagen de madera policromada que ha sido venerada por generaciones. Desde temprano, familias completas comenzaron a congregarse en la plaza del pueblo, con entusiasmo y recogimiento, para participar en la misa que comenzó a las 11:30 horas, presidida por el padre Silvio Jara —quien regresó después de más de 30 años— junto al párroco local, padre José Ulloa.

La celebración no solo fue un acto religioso, sino también un momento de reencuentro cargado de memorias. El padre Silvio, visiblemente emocionado, recorrió en su homilía momentos entrañables vividos en su tiempo de servicio pastoral en estas comunidades. “Aquí en Sauzal es donde he sido más feliz en toda mi vida”, expresó, conmoviendo a la multitud que lo aplaudió con cariño y gratitud.

La misa contó con la participación de autoridades regionales y comunales, entre ellas los alcaldes de Cauquenes y Empedrado, la senadora Paulina Vodanovic, concejales y representantes del consejo regional, quienes valoraron el espíritu de comunidad y la fuerza de las tradiciones religiosas que se mantienen con vida en el corazón del campo del Maule Sur.

Finalizada la Eucaristía, la imagen de la Virgen del Rosario fue llevada en procesión por las calles del pueblo, escoltada por una multitud fervorosa y clubes de huasos con sus mejores aperos, rindiendo homenaje a la imagen de la Virgencita en cada paso. En el recorrido, se bendijeron altares preparados por las familias del lugar.

Cabe destacar que la imagen de la Virgen fue recientemente restaurada por el Centro Nacional de Conservación y Restauración, un hito significativo para esta comunidad de menos de 500 habitantes, pero que en esta fiesta logra reunir a miles de personas. Durante la jornada también se agradeció a las restauradoras y al equipo del Obispado que acompañó este proceso.

La música también tuvo un lugar destacado: el conjunto San Ignacio de Empedrado animó con sus armoniosas voces tanto la liturgia como el tradicional esquinazo, acompañado por la chicha en cacho para las autoridades, orgullo del secano interior maulino.

En este contexto tan especial, para la Diócesis de Linares, que celebra su Centenario bajo el lema «Cien años sembrando las semillas del Reino en tierras maulinas», cada una de estas expresiones de religiosidad es motivo de profundo orgullo. Manifestaciones como las vividas en Sauzal reflejan la identidad y el alma de nuestras comunidades: únicas, llenas de historia y amor por su fe. Es conmovedor ver cómo las nuevas generaciones participan con respeto y cariño, honrando la memoria de padres y abuelos que les transmitieron estas tradiciones vivas del Evangelio.

Con esta celebración, Sauzal y sus alrededores reafirman su compromiso con la fe mariana y la herencia de sus mayores, consolidando esta fiesta como uno de los hitos religiosos más significativos del calendario regional y un testimonio palpable de la religiosidad popular que sigue floreciendo en nuestra Diócesis centenaria.

Tags:

Comments are closed

Noticias Vaticannews