Comunidades del decanato vivieron una jornada de fe, unidad y esperanza al peregrinar hasta la Catedral de Linares en el marco del Año Jubilar y Centenario Diocesano. Con esta significativa celebración se completan las peregrinaciones de todos los decanatos, fortaleciendo la comunión eclesial en el camino hacia el Jubileo 2025.
Con gran alegría y profundo sentido de fe, el pasado 11 de octubre, las comunidades del Decanato de San Javier vivieron una significativa jornada jubilar al peregrinar a la Puerta Santa de la Catedral de Linares, en el marco del Año Jubilar y Centenario de la Diócesis.
Esta peregrinación marca el cierre de las visitas decanales a la Puerta Santa, las cuales ya habían sido realizadas por los decanatos de Cauquenes, Constitución, Parral y Linares, convirtiéndose así en una expresión concreta de comunión diocesana y espiritualidad compartida en este tiempo de gracia.
Desde muy temprano, los peregrinos, provenientes de distintas comunidades parroquiales, se congregaron en el Colegio San Miguel de Linares, punto de partida de la procesión. Participaron activamente las parroquias San Francisco de Huerta de Maule, Nuestra Señora de la Merced, San Juan de Orilla de Maule, San Francisco Javier, junto a la Parroquia Niño Jesús de Villa Alegre, además de delegaciones del Liceo Sagrados Corazones y el Liceo Bicentenario San José.
Al llegar a la Catedral de Linares, los peregrinos fueron recibidos por el Obispo, quien les invitó a cruzar la Puerta Santa, signo visible de la misericordia de Dios, y participaron en la Santa Misa presidida por Monseñor Tomislav Koljatic, quien invitó a todos a renovar su compromiso cristiano y a continuar siendo testigos del Evangelio en sus comunidades.
Luego de la celebración eucarística, los participantes descendieron a la cripta del templo, donde se detuvieron a orar por el eterno descanso de los obispos fallecidos que sirvieron con fidelidad a la Diócesis durante sus 100 años de historia pastoral.
La jornada concluyó con una visita al Monasterio de Dominicas “Inmaculada del Maule”, en Yerbas Buenas, donde fueron fraternalmente acogidos por la comunidad religiosa. Sor Sandra, Priora del convento compartió con los peregrinos los aspectos de la vida contemplativa de las seis hermanas que allí residen, destacando su silencioso y valioso testimonio de oración y servicio.
Esta peregrinación fue vivida como una hermosa manifestación de fe, unidad y esperanza, dejando en los corazones de los asistentes la alegría de ser parte del camino hacia el Jubileo 2025 y la celebración del centenario diocesano.
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