Con emoción, fe y lágrimas en los ojos, la comunidad sauzalina en el secano interior de Cauquenes, recibió la imagen de su Madre la Virgen del Rosario, restaurada en el Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR).
El cielo de Sauzal pareció iluminarse especialmente este miércoles 24 de septiembre, cuando la querida imagen de la Virgen del Rosario volvió a su casa, tras casi nueve meses de restauración. Y no regresó sola: fue recibida con júbilo por una gran cantidad de vecinos que la esperaban en la Plaza del Pueblo, entre aplausos, cánticos… y más de alguna lágrima emocionada.
Fue un reencuentro profundo, lleno de historia, devoción y tradición. La imagen restaurada —representación centenaria y entrañable de Nuestra Señora del Rosario— regresó al corazón de la localidad de San Luis Gonzaga de Sauzal, donde la comunidad, con expectación, la esperaban con los brazos abiertos. La celebración incluyó una Eucaristía de bienvenida presidida por el P. José Ulloa, párroco y principal impulsor de este proceso, y culminó con un alegre compartir comunitario que selló esta jornada de gracia y alegría.
Este emotivo acontecimiento se da en el marco de las celebraciones por el Centenario de la Diócesis de Linares, y marca un hito tanto espiritual como patrimonial. La imagen —de madera policromada, con el Niño Jesús en brazos y coronas de pata sobre ambos— fue llevada el pasado 13 de enero al Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR), donde un equipo de 22 profesionales se abocó con esmero, delicadeza y respeto a su restauración.
El proceso contempló intervenciones mínimas, respetuosas del original y profundamente informadas gracias a estudios científicos (estratigrafías, FTIR y XRF), que permitieron una puesta en valor que no sólo conservó la belleza física de la imagen, sino también su esencia espiritual.
Además, este trabajo fue vivido como una experiencia formativa para la comunidad, generando conciencia sobre la importancia de preservar el patrimonio religioso y cultural, tan vital en la identidad de nuestros pueblos.
La restauración devuelve a los fieles no sólo una escultura bellamente recuperada, sino un símbolo cargado de memorias, plegarias y promesas. Esta imagen ha sido testigo silencioso de generaciones de devoción, procesiones, favores pedidos y también momentos de dolor, como lo fue su exposición tras el devastador terremoto del 27/F., cuando la parroquia fue totalmente destruida.
El retorno de la Virgen se da justo en la antesala de la Fiesta de la Virgen del Rosario, que se celebrará el sábado 11 de octubre con novenas, misas, procesión y expresiones de fe popular como el homenaje del Club de Huasos y los muchos sauzalinos que para esta fiesta también retornan a la casa donde dieron sus primeros pasos.
Desde la Parroquia, la comunidad cristiana, agradeció profundamente al Equipo del Obispado de Linares que apoyaron y acompañaron al párroco en esta gestión desde sus inicios y a los profesionales del Centro Nacional de Conservación y Restauración por su labor, y a toda la comunidad que con fe, oración y paciencia acompañaron la espera.
Hoy, la imagen de la Virgen del Rosario volvió a su casa. Y con ella, retorna también una parte esencial del alma de Sauzal, que renace para la Fiesta de su Virgencita del Rosario, por eso, se invita a toda la comunidad a participar con renovada devoción en las celebraciones que vienen, cuidando con amor esta imagen que sigue siendo faro de fe, esperanza y unidad para todos.
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