Retoque de Campanas, sirena de Bomberos, oraciones, cantos, aplausos y Misas en diferentes horarios, se hacían sentir en el Santuario de Nuestra Señora de La Candelaria en Chanco, donde miles de peregrinos rindieron homenajes a la imagen de la Santísima Virgen. Teniendo este año la alegría de contar con la compañía de Monseñor Alberto Ortega, Nuncio Apostólico del Vaticano en Chile, quien pudo compartir con la comunidad y masiva participación de feligreses.
Cumpliendo un nutrido programa se desarrolló la Novena de la Virgen de La Candelaria, y así llegó el Día Mayor, con la Eucaristía solemne, que fue presidida por el Nuncio Apostólico, Monseñor Alberto Ortega, concelebrando Monseñor Tomislav Koljatic, P. Francisco Hormazábal y Clero de la Diócesis que vino a acompañar la celebración.
El Nuncio Apostólico, destacó el sentido de estas masivas peregrinaciones y maravillosa devoción mariana, que congrega a tantas personas, indicando: “Ha sido una alegría el poder celebrar esta Fiesta de Nuestra Señora de La Candelaria aquí en Chanco, Pueblo muy marcado por la presencia de la Imagen de la Virgen que les ha visto crecer y desarrollarse y que cada año les reúne a quienes están cerca y a los que vienen de lejos para celebrar con alegría esta Fiesta que nos muestra a Jesús como luz. Me alegró ver la participación masiva y al mismo tiempo recogida, en un permanente ambiente de oración, de alegría y de confianza, ha sido una experiencia muy bonita, ver las misas siempre con mucha gente y las procesiones han sido un momento para compartir por las calles del Pueblo esta devoción a la Virgen que, nos recuerda todos tenemos la misión de hacer presente la Gracia y el Don que hemos recibido de Dios como un bien para todos nuestros hermanos y hermanas. Recibimos la luz y con la luz de Cristo somos luz para los demás.”
Su invitación a la comunidad chanquina y para los peregrinos que hasta Chanco llegaron, “Hacer una memoria agradecida de lo que hemos celebrado, como lo recuerda siempre el Papa Francisco, <Somos una Iglesia en salida>, tenemos una misión preciosa para que esta alegría que hemos experimentado juntos, llegue también a más personas. Tenemos también una misión muy importante con la sociedad, a veces oímos quejas de que la situación no está bien, de que hay mucha violencia, pues se trata de hacer lo poquito que podemos para llevar paz y alegría a los demás, ser esa luz que hemos recibido también”.
En la oración se recordó a todas las personas que, desde sus talentos, han sido parte de esta hermosa tradición, entre ellas el P. Rolando Escobar y Monseñor Carlos Camus
En el momento del ofertorio, todas las comunidades llevaron ante el Altar, el fruto del trabajo de su gente y aquellos productos que dan sustento a sus familias.
El P. Francisco Hormazabal, párroco y rector del Santuario, destacó y agradeció la masiva presencia de peregrinos, y junto a Monseñor Koljatic, entregó reconocimientos a emblemáticos colaboradores que durante tanto tiempo han sido importantes en la reconstrucción del templo, custodios de la imagen de La Candelaria, así como representantes de las comunidades de base, en ellos se agradeció la vida y presencia de todos. El Rector también destacó la presencia del Coro y de un grupo de Morenadas que este año acompañó la festividad, así como el esfuerzo de muchas personas que en silencio colaboran con su tiempo y creatividad para que todo sea hermoso y acogedor para los peregrinos que llegan hasta el Santuario cada año, así como también destacó la gran cantidad de hermosos vestidos nuevos que este año llegaron para la imagen de la Virgen, una hermosa tradición que cada año se repite.
La celebración concluyó con la Procesión por las calles del Pueblo, este año atendiendo a las altas temperaturas, se realizó a las 18:00 Hrs. Lo que no mermó la presencia de peregrinos que acompañaron todo el recorrido, por su parte el Señor Nuncio, el Obispo y los sacerdotes entregaban su bendición a quienes esperaban su paso.
Un poco de historia
Chanco, es un Pueblo antiquísimo, se sitúa a 45 km a la costa de Cauquenes. Chanco significa “brazo de un río”. El Estero que atraviesa la ciudad lleva el mismo nombre. Hay constancias que, en 1669, ya existía un pueblo, pues en los archivos parroquiales pueden encontrarse inscripciones de más de 125 familias de distintos apellidos que habitaban en el lugar y alrededores. Desde 1663, en lo espiritual, eran atendidos por los religiosos franciscanos que vivían en el Convento de Unihue. En 1773, la imagen de Nuestra Señora de la Candelaria, pues se consigna en el inventario ordenado por el Sr. Obispo don Juan Bravo de Riveros, que se encontraba en visita pastoral, el registro dice: “sobre el Sagrario hay un nicho en que está colocada una imagen de bulto de Nuestra Señora con un Niño en las manos y la Señora con su corona de plata”, el inventario fue realizado por el Cura Doctrinero Dr. Joseph de Roxas y Amaza.
Según la tradición Chanquina, la imagen de Nuestra Señora de la Candelaria fue traída por los españoles a cargo de la guarnición y fuerte que establecieron en la zona. Este fue el pueblo escogido por la Madre de Dios para derramar sus abundantes gracias, que el Pueblo agradece cada 2 de febrero.
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