Con mucha fe y esperanza, multitud de asistentes, llegaron hasta el Templo Catedral de Linares para dar inicio a las celebraciones del Triduo Pascual, comenzando con la solemne Misa Crisma.
Eucaristía don los Presbíteros renuevan las promesas hechas en su Ordenación Sacerdotal, delante de su Pastor y de todo el Santo Pueblo de Dios, del que hacen parte y sirven. Siendo además el día en que se confecciona el Santo Crisma, con el que los nuevos bautizados serán incorporados al sacerdocio real y profético de Cristo y se consagran los santos óleos para la unción de los enfermos.
La unidad de la Iglesia entera se expresa y visibiliza cada año en el signo de la renovación de las promesas sacerdotales, en las que todo el Presbiterio reanuda el firme vínculo que lo ata con su Obispo, de este modo, los Sacerdotes actualizaron esas promesas, para seguir trabajando un año más en el proyecto del Señor: conformar un solo rebaño bajo la conducción de un solo Pastor.
Luego de la Homilía y la renovación de las promesas, a viva voz del Clero asistentes. Llegó el momento en que, junto al pan y el vino, las ofrendas eucarísticas, se presentó el óleo puro de Olivo: para bendecir el Óleo de los Enfermos, materia el Sacramento del Amor Compasivo del Señor, que sana nuestras dolencias y confeccionar el Santo Crisma, con el que los nuevos Bautizados y los Confirmados serán consagrados y fortalecidos en su fe para configurarse en el triple misterio de Cristo, Sacerdote Profeta y Rey.
Todos estos signos y profundos momentos de fe, consignaron la atenta mirada de la masiva concurrencia, que con alegría unieron su oración para acompañar a sus sacerdotes, diocesanos y de congregaciones religiosas.
Acción de Gracias
Durante la acción de gracias, Monseñor destacó la llegada de los Sacerdotes Daniel García y Ángel Santur, que llegan en apoyo a las comunidades de Yerbas Buenas y Nuestra Señora de Carmen en Linares. Así también un momento de reconocimiento y gratitud, para despedir a la Hna. Lydie Rasoarimalala, religiosa Hermana de Cristo que, por más de nueve años, acompañó el caminar de las comunidades de Longaví y con un corazón llenito de amor por el Señor, retorna a su tierra natal en Madagascar, para asumir luego la nueva misión en Francia.
El Obispo también destacó, el reconocimiento recibido por el P. Silvio Jara, y la memoria de Monseñor Carlos Camus, por su férrea defensa de los derechos humanos, al recordar los cincuenta años del Golpe militar, este reconocimiento fue entregado por la Delegada Provincial de Gobierno, Srta. Priscila Vargas.
En su acción de gracias el Pastor también destacó la alegría de recibir la edición 500 del Periódico Diocesano Buena Nueva, que con el paso de sus 46 años de circulación ininterrumpida al servicio de la Comunión, Comunicación y participación, se ha transformado en el depositario oficial de la historia de este casi medio signo de nuestra Diócesis que, con esperanza confía en las manos del Señor el caminar en esta peregrinación que nos va encaminando a la celebración del Centenario de nuestra Diócesis, motivados por el lema: “Cien años sembrando las Semillas del Reino en tierras maulinas”, inspirados en la cita bíblica “ ustedes serán mis testigos”.
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